Perfil Biográfico de Merlina Sarno. Por Luca Poblete y Lautaro Daverio



Merlina Sarno nació el 17 de julio de 2003 en la localidad de San Isidro, provincia de Buenos Aires. Actualmente se encuentra en el puesto 1.766 del ranking WTA. Su inicio en el tenis fue a los cuatro años, cuando comenzó a jugar en el club Banco Nacional del Desarrollo, perteneciente al barrio de Martínez. Su familia está conformada por sus padres, con quienes tiene muy buena relación, y sus dos hermanos mayores. El más grande jugó al tenis e incluso tiene el título de profesor, aunque ahora sigue otra carrera. Y con su otro hermano tiene una muy buena relación, ya que ambos comparten tiempo en el hogar y en los entrenamientos.

Ella se describe como una chica extrovertida, cariñosa, sociable y a pesar de cualquier problema que tenga, siempre le gusta hacer reír a los demás. Cuando tiene tiempo libre, a Merlina le gusta mucho leer libros, estudiar para el colegio y mirar series o películas en Netflix. La sanisidrense de 16 años se interesó en el deporte desde muy pequeña, ya que junto con su madre acompañaban a sus dos hermanos y a su padre a BANADE, lugar donde compartieron la pasión familiar por el tenis a lo largo de sus vidas. Merlina empezó jugando en la escuelita del club todos los fines de semana durante cuatro años y luego arrancó a entrenar tres veces por semana con las categorías más grandes, comenzando a competir a los nueve años de edad. Aquello que la inspiró a jugar fue la búsqueda de un ámbito en el que ella se pudiera divertir y pasarla bien. Por eso eligió el tenis a pesar de haber practicado otros deportes -también realizados en la institución de Martínez- tales cómo: gimnasia artística, hockey y natación. Le gusta mucho el deporte individual porque le brinda seguridad dentro de la cancha y en la vida misma. En abril del 2014 obtuvo el primer título de su carrera tenística, tras ganar el G3 en el club Pilará. Posteriormente ganó tres torneos G3 más en ese año. En el 2015 ganó el torneo regional G2 que se jugó en la ciudad de Mar del Plata, luego de vencer en la final a Paulina Sainz. Ese año también logró ganar otro torneo G3.

Cuando tenía 13 años, en el 2017, dejó de lado sus estudios secundarios con el objetivo de entrenar doble turno y dedicarse únicamente a la práctica profesional del tenis. Se alejó mucho de su grupo de amigas en aquel entonces debido a que tenían gustos y tiempos muy diferentes, y ya no compartían los mismos intereses que antes. Actualmente comparte muchas cosas con sus amigos del club y aunque ella es la única mujer del grupo, se siente muy cómoda. Ese mismo 2017 empezó a participar de los torneos Haciendo Tenis compitiendo en la qualy, donde adquirió una sumatoria de partidos que le depositaron experiencia, confianza y buen nivel deportivo.

En el 2018, en su primer año como sub 16, ganó tres torneos G2 en los meses de febrero, abril y julio respectivamente. En agosto obtuvo el G1 de Córdoba al vencer a Olivia Scattini en la final y a la semana siguiente ganó su primer torneo de Haciendo Tenis, derrotando a Agustina Cuestas. Una semana después disputó una nueva final del torneo ante Sofía Luini, donde Merlina debió abandonar el partido por un fuerte dolor en su espalda. Luego de conseguir buenos resultados y un alto rendimiento deportivo durante toda la temporada, comenzó a jugar torneos de carácter profesional, como los Futures. En octubre participó de su primer Future en el club San Lorenzo y cuando finalizó la competición, le detectaron una fisura vertebral en la espalda, lesión que la mantuvo inactiva por 4 meses.

En el 2018 también retomó al colegio secundario a través de clases virtuales en el SEADEA, un sistema de educación a distancia del ejército argentino, donde Merlina tuvo que presentar un certificado firmado por la AAT para poder ingresar. Su vida cambió mucho desde que comenzó a ir a este colegio, ya que le permitió entrenar doble turno y mejorar su rendimiento escolar, debido a que podía manejar sus tiempos para realizar los deberes académicos. Al principio, le costó adaptarse al estudio virtual, ya que es una modalidad diferente de aprendizaje, pero se logró acostumbrar y ya lleva varios años aprendiendo de esta manera. En febrero de 2019 regresó a la competición luego de su lesión y protagonizó las finales de los torneos G2 y G3, en las cuales no pudo coronarse. En marzo de este 2020 volvió a ganar un título después de 17 meses, luego de derrotar a Yazmin Barrios en la final del G2 de Tigre. El partido que más destacó en su paso por los torneos de Haciendo Tenis fue la final que le ganó a la uruguaya Agustina Cuestas en 2018, por todo lo que significó para Merlina lograr este campeonato.

Con sus entrenadores analizan los apoyos, golpes y movimientos de jugadoras y jugadores profesionales mediante videos de YouTube. A Sarno le gusta mucho verse jugar a sí misma para observar sus aciertos y trabajar sobre los errores en los entrenamientos. Su mano es hábil es la derecha y su golpe favorito es el drive, con el cual se siente muy cómoda al realizarlo y flexibilizarlo. También le gusta mucho el slice, aunque no lo utiliza mucho. De todos modos, es muy completa con la variación de remates. Ella identifica como uno de sus puntos débiles el tener que correr de un lado al otro de manera horizontal, ya que por su altura se le hace difícil y le genera un gran desgaste físico. Merlina tiene dos referentes en el tenis. El primero es Roger Federer, que para ella es la perfección, no sólo como deportista sino también como persona. Considera que tiene una simpleza única para jugar, la cual hace parecer todo sencillo. Su segunda referencia es Angelique Kerber, jugadora que empezó a seguir cuando consiguió sus primeros Grand Slams, donde le llamó mucho la atención la forma en la que la alemana se agachaba y utilizaba sus piernas. Merlina comenzó a darle importancia a esto y lo aplicó en su forma de juego. También tiene una gran admiración por Serena Williams, ya que se siente identificada con el estilo de juego ofensivo, agresivo y protagónico que tiene la estadounidense en los partidos.

De cara al futuro, su objetivo es dedicarse profesionalmente al tenis y poder vivir de ello. Pretende dar el máximo para llegar lo más lejos posible en el circuito. Pero en caso de no lograrlo, le gustaría ser profesora de tenis, deporte que la apasiona desde pequeña. Hoy en día, su anhelo tenístico a mediano o largo plazo es jugar la Fed Cup.

Desde los 13 años tiene un contrato con la marca Head, que le brinda valijas, raqueteros y todo aquello que requiere para la competencia. El año pasado firmó un contrato con un grupo de 10 personas que le brindan un apoyo económico para anotarse en torneos y sus viajes. Este convenio le otorgó mucha comodidad y le permitió jugar mucho más relajada, quitándole el peso económico a su familia. Ésto motivó a Merlina a hacer las cosas mejor. Empezó a alimentarse muy bien y dar lo máximo en cada entrenamiento, para poder devolverle a sus sponsors la confianza que depositaron en ella.

En su momento le costó mucho fortalecer el trabajo invisible, atravesado por la parte psicológica y nutricional; factores que complementan a la cuestión física. Entonces comenzó a asistir a un nutricionista que la asesoró con la dieta y de esta manera, mejoró notablemente su rendimiento deportivo. A lo largo de su carrera, Merlina Sarno considera que tuvo tres picos bajos que la desmotivaron mucho. El primero fue en 2015, cuando estuvo a un partido de entrar al Master Junior AAT. Este hecho le provocó un gran impacto psicológico. El segundo fue cuando quedó eliminada del sudamericano, cuando era categoría SUB14, ya que era su objetivo a corto plazo de ese año. Pero según ella, el acontecimiento más doloroso de su carrera fue cuando tuvo su lesión vertebral en el 2018. Sintió que nunca iba a poder volver a jugar, ya que aparecían nuevas lesiones todo el tiempo y ésto le generó un bajón anímico importante. Por suerte, luego de pensarlo bastante, regresó a los entrenamientos de la mano de un nuevo preparador físico, que fue fundamental en su vuelta a la actividad y la motivó a hacer nuevamente lo que hace feliz a Merlina, que es jugar al tenis.

Anécdota de Merlina Sarno en su paso por los torneos de Haciendo Tenis.

La anécdota sucedió en noviembre de 2019, en el club River Plate, era el último Haciendo Tenis que Merlina jugaba ese año. La primera ronda la ganó un lunes, y al otro día, el martes, le tocaba jugar segunda y tercera ronda. El primer partido del martes fue contra Marina Bulbarela a las 9 de la mañana, en el primer turno, y pudo ganarle 6-0 6-0: fue rápido. Luego, nuestra protagonista habló con su nutricionista para ver qué tenía que comer y a qué hora para estar bien para el siguiente partido que era a las 14hs.

Después de elongar y bañarse, fue con su entrenador al bar del club a comer. En cierto punto de la comida, Merlina quiso ir al baño y mientras caminaba por los pasillos del club empezó a notar que había una zona que estaba vallada y que había algunas personas, y en ese momento se dio cuenta que todo eso era porque estaban pasando caminando jugadores del plantel profesional del futbol del club de sus amores, River Plate: Nicolás De La Cruz, Nacho Fernández, German Lux, Franco Armani, Leonardo Ponzio y por último su ídolo de toda la vida, Marcelo Gallardo.

Ella quería conseguir sacarse una foto con su ídolo así que trató de acercarse lo más posible. Consiguió una foto con Nacho Fernández y le pidió a Ponzio un saludo para su papá, que también es fanático de River. A Gallardo, que era su objetivo, lo pudo ver pero no logró sacarse una foto. Los jugadores estaban yéndose a comer porque tenían que viajar a Lima a jugar la Copa Libertadores de América.

Merlina estuvo un rato largo viendo a los jugadores hasta que se dio cuenta que su entrenador le había mandado muchos mensajes por WhatsApp preguntándole donde estaba, porque ya les habían servido la comida. Volvió y le contó a su entrenador lo que pasó súper asombrada. La jugadora estaba con mucha adrenalina y tenía ganas incluso de terminar de comer y volver al pasillo porque no podía creer haber visto a muchos de sus ídolos pasar por delante de ella, pero le tocaba mentalizarse para el segundo encuentro del día, así que se concentró en el partido que tenía que jugar 14:30. Pese a no poder conseguir su cometido, logró vencer a su rival en 2 sets.

Trabajo realizado por Lautaro Daverio y Luca Poblete Alumnos de 1ero B Turno Noche de DeporTea

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