Perfil de María Agustina Fariña – Por Camila Villavicencio
María Agustina Fariña nació el 5 de mayo de 2005 en el hospital Francés en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Es hija de Oscar Fariña y Celia Mónica Coronel. Desde muy chica le gustaron los deportes y se decidió totalmente por el Tenis al poco tiempo de conocerlo y comenzar a entrenar.
Empezó a jugar al tenis a los 5 años en el club Arquitectura en Buenos Aires. Sus padres jugaban ahí y la llevaban para que los acompañe. Desde ese momento empezó a interesarse por este deporte; se metía en la cancha con sus padres y quería jugar con ellos. Ante su interés y emoción, sus padres decidieron anotarla en una escuelita de tenis que había en el club. Al poco tiempo sus profesores y entrenadores decidieron pasarla a otro nivel porque veían mucho potencial en ella y de ahí empezó a jugar con gente más grande y de mayor categoría.
En ese momento también practicaba natación, pero a medida que iba subiendo de nivel, los entrenamientos eran más largos, más frecuentes y más exigentes por lo que tuvo que elegir entre los dos deportes. Si bien le gustaba la natación y disfrutaba de la disciplina, prefirió dedicarse completamente al tenis. Normalmente se la describe como una jugadora que muestra buenos movimientos y una gran concentración, es perseverante y responsable. “Lo que más destaco de mí como jugadora es la lucha dentro de la cancha, es decir, seguir intentando sin importar el resultado hasta el final. Creo que eso es lo que con el tiempo vale más, te hace seguir mejorando con todo lo demás”.
Reconoce que su mejor golpe es el revés y su superficie favorita es el polvo de ladrillo. Su mayor ídolo y referente es el tenista Roger Federer (Suiza), pero dentro del deporte femenino también admira a las tenistas Simona Halep (Rumania) y Naomi Osaka (Japón).
Hasta el día de hoy sigue jugando actualmente en el Club Atlético River Plate y pasó por muchas competencias. Entre sus logros más importantes podemos destacar los torneos de G1 y G2, (de los cuales ganó varios), llegar a ser segunda del país en las categorías de Sub12 y Sub14 y clasificarse a un sudamericano en 2017 cuando tenía apenas 12 años. “Lo recuerdo como una experiencia muy linda porque era la primera vez que viajaba sin mis padres, y sobre todo a otro país. Aprendí muchas cosas”, recuerda. A la competencia viajaron como equipo muchas jugadoras y algunas de sus compañeras. Ella explica que es muy diferente a cuando se juega de manera individual, pero que igualmente lo disfrutó y se llevó un gran aprendizaje. El sudamericano se disputó en Paraguay cuando María Fariña todavía era de categoría Sub12. El equipo quedó séptimo ganándole 2-0 a Ecuador. María ganó dos singles y dos dobles, lo cual ella destaca como un logro personal y lo describe como un resultado muy importante.
Empezó a jugar en “Haciendo Tenis” en 2019 y por el momento solo disputó 5 torneos, en los cuales tuvo que jugar la “Qualy” y en todos los casos se clasificó al cuadro principal. “Me tocaron partidos muy difíciles con las chicas que eran preclasificadas, pero jugué partidos muy buenos aunque perdía siempre en primera o segunda ronda. De todas maneras creo que eso me ayuda a crecer como jugadora”. El torneo en el que mejor le fue dentro de “Haciendo Tenis” fue uno que se organizó en el Club Atlético River Plate en el cual ganó los dos partidos de Qualy, pasó la primera ronda, en segunda ronda le ganó a una chica preclasificada y quedó eliminada en cuartos de final. Si bien tuvo un corte en su trayectoria por la cuarentena obligatoria a causa de la pandemia mundial de COVID-19, planea seguir jugando los torneos de “Haciendo Tenis” una vez que pueda volver a entrenar. “Están muy buenos y se aprende de la experiencia, los disfruto mucho”. Su objetivo para el próximo año, o para después de la cuarentena, es empezar a entrenar más que antes, y anotarse y poder participar de todos los torneos que le sean posibles.
María Agustina Fariña tiene 15 años por lo que todavía sigue cursando el secundario, precisamente tercer año, pero todavía no tiene decidido qué carrera le gustaría estudiar cuando termine sus estudios, ya que su sueño es dedicarse plenamente al deporte. Por ahora va a seguir cursando en el colegio normalmente, pero no decidió su futuro con exactitud: “Todo depende de cómo progrese y como me desenvuelva en cuanto a mis resultados en el tenis. Mi meta es llegar a ser profesional y vivir del deporte”, avizora. La decisión de querer profesionalizarse la tomó cuando era chica y tuvo que elegir entre el tenis y la natación. “Fue el momento donde me puse a pensar que era lo que más me gustaba, por qué y adonde quería llegar con lo que eligiera. Ahí me di cuenta que amaba el tenis y que mi meta era llegar a ser profesional”.
La jugadora contó, también, una anécdota de uno de los torneos que disputó, la cual recuerda con mucho cariño: “Una experiencia muy linda que recuerdo fue la vez que mi cumpleaños cayó el mismo día que una fiesta que organizaba el torneo. Habían armado un escenario y estaban todos los jugadores de las diferentes competencias y alguien les avisó que era mi cumpleaños. Entonces, en el medio del acto, me llamaron y me hicieron subir al escenario. Cumplía 13 años y había llevado una torta para compartir con mis amigas y me la hicieron subir para soplar las velitas y bailar mientras todos me cantaban el “Feliz Cumpleaños”. Yo estaba muerta de vergüenza y muy sorprendida, pero fue muy lindo y me llevo un buen recuerdo de ese momento”.
Es importante destacar que es una jugadora joven y que recién está comenzando su recorrido para llegar a ser profesional. Si bien juega desde que era muy chica, ella cree que lo más importante lo está viviendo ahora y asegura querer continuar este camino. Está decidida a seguir entrenando duro y crecer como jugadora, ganar experiencia, seguir compitiendo, mejorando y poder vivir de algo que ama y que disfruta mucho como es jugar al tenis. “Es importante ser perseverante y jugar hasta el final, a la larga eso es lo que verdaderamente vale la pena, lo que realmente importa”.
Camila Villavicencio
